Rituales nocturnos que te hacen despertar más gordo
Aunque pareciera que cuando estás en tu cama acostado no te estás generando ningún daño, recientes estudios han confirmado que la forma en la que te acuestas está afectando tu peso. ¡Así es, ciertos rituales nocturnos son los responsables de que estés subiendo de peso!
No te preocupes, aquí conocerás esos hábitos que están saboteando tu rutina diaria de ejercicio y dieta.
1. TE VAS A DORMIR SUDADO
Quizás pienses que sudar antes de ir a dormir te asegura un sueño mucho más relajante, pero si tu tiempo en el gimnasio es mayor a dos horas, te está afectando más que ayudando.
Esto es porque el ejercicio eleva tu adrenalina y temperatura corporal. Normalmente tu temperatura va bajando conforme al día y tus actividades, hacer ejercicio a la noche podría no dejarte dormir, además interfiere con tu descanso y éste es uno de los hábitos que te hace más voluble a cualquier enfermedad.
2. TOMAS UN TRAGO PARA RELAJARTE
Una copa de vino te ayudará a relajarte -actuando como un depresivo, el alcohol te ayuda a que te duermas mucho más rápido- pero a largo plazo perjudicará negativamente tu sueño.
Lo que sucede es que esta bebida evita que te entregues completamente a su ciclo REM (Movimiento rápido de ojos), que es donde realmente tienes un sueño reparador. Además, debido a que tu cuerpo debe procesar el alcohol también puede llegar a actuar como estimulante, lo que te provocará un suelo superficial.
"Investigaciones demuestran que beber alcohol antes de ir a la cama te hace susceptible a despertarte a lo largo de la noche y disminuye tu calidad de sueño", afirma el nutriólogo Mitzi Dulan, RD.
Como resultado, te despertarás con la sensación de poco descanso, lo que corresponde con el deseo de alimentos grasosos, niveles más altos de la hormona del hambre y niveles más bajos de la hormona de la saciedad, eventualmente, un abdomen más gordo.
3. TE QUEDAS DESPIERTO HASTA LA MADRUGADA
Cómo te darás cuenta pronto, una parte significativa de estos hábitos gira en torno a interrumpir una noche de sueño.
¿Cuál es la relación entre el sueño y el peso? De acuerdo a Isabel Smiths, fundadora de 'Isabel Smith Nutrition', "cuando no tienes el sueño suficiente, las hormonas del hambre son afectadas gravemente, lo que ocasiona que tu cuerpo confunda lo que es realmente hambre, cuándo debe dejar e iniciar a quemar calorías y cuando debe conservar la energía).
Una investigación ha encontrado que despertarte a mitad de la noche no solo te causa más hambre al siguiente día si no que también incrementa los niveles de la hormona que almacena la grasa en el cuerpo.
4. LA CENA ES TU COMIDA MÁS GRANDE
Cuando dejas que tu comida más grande sea al final del día, te estás prohibiendo dormir relajadamente. De acuerdo a Smith, "generalmente, si comes pesado antes de irte a dormir, tu cuerpo tendrá problemas para digerir porque aún hay mucho flujo de sangre que tu cuerpo necesita para completar el proceso del metabolismo".
Largas noches sufriendo sin dormir y dando vueltas en la cama solo significan que estás teniendo problemas para adelgazar.
5. CENAS COMO SI NO HUBIERA UN MAÑANA
De acuerdo a nuestro último punto, si al llegar a tu casa estás muriendo de hambre es mucho más probable que comas de más antes de dormir. Como resultado, podrías estar ingiriendo más calorías de las que realmente necesitas y conservando grasas en exceso.
¿Por qué la probabilidad de que comas más? Porque toma 20 minutos que tu estómago le mande un mensaje a tu cerebro de que estás lleno. Es por eso que puedes comer muchas bolsas de papas en pocos minutos y tiempo después sentirte satisfecho.
6.TE TOMAS UNA TAZA DE TÉ
Por supuesto, el té verde es perfecto para impulsar el metabolismo pero consumir este adelgazante elixir debe ser solo por las mañanas. A menos que sea un licuado herbal, las hojas de té contienen cafeína: un estimulante que mantiene tu mente alerta y activa lo que ocasiona que sea difícil conciliar el sueño.
7. COMES EN EL SOFÁ
Las cenas familiares en la mesa no son solo increíbles por las lindas conversaciones que salen. El hábito de sentarte en la mesa para comer es por hacerle un bien a tu cuerpo. Esto es porque te permite enfocarte en tu compañía y en lo que estás haciendo: comer.
Por otro lado, cuando te sientas en un sofá y miras tv, tu cerebro tiene que convertirse en multitask. Estudios han encontrado que hacer otra actividad mientras comes, distrae a tu cerebro y éste no se enfoca en la saciedad, lo que ocasiona que comas más de lo que debes.
8. SIEMPRE PIDES POSTRE
No estamos diciendo que nunca debes pedir postre, pero cuando es un hábito del día a día es un peligro. Como ya cenaste quizás no tengas antojo de azúcar porque tu cuerpo está utilizándola para producir energía.
Quizás estás buscando galletas o helado porque estás condicionado a que la comida termina con algo dulce y al hacer eso, lo único que estás haciendo es aumentar miles de calorías extras a tu dieta.
9. ... AUNQUE SEA BAJO EN CALORÍAS
No creas que te salvas de las calorías porque pediste un postre bajo en grasas. Un reciente estudio publicado en el periódico 'Cell Metabolism', descubrió que el consumo crónico de endulzantes artificiales ocasionan que tu cerebro lo asocié con dulzura y energía.
Como resultado, podrías consumir hasta 30% más calorías con este tipo de endulzantes y este no es el único problema. Otros estudios han ligado los productos bajos en calorías con la baja calidad de sueño e inflamación estomacal.
10. ELIGES LOS SNACKS EQUIVOCADOS
Las quesadillas son deliciosas pero no son la mejor opción si lo que estás intentando es mantener la dieta. Los snacks altos en grasa son capaces de mantener a tu cuerpo trabajando a una intensidad fuerte por toda la noche mientras que los snacks con azúcar causan picos de azúcar en tu sangre y terminarás por despertarte a mitad de la noche -y con hambre-.
Y ya te sabes la receta: sueño interrumpido es igual a subir de peso.
Luisanna Medina SabaLuisanna Medina Saba, Periodista y Locutora, Gestora de Redes Sociales e Imagen Web. Gracias por visitarnos...!
