Enero violento en San Cristóbal
POR CARLOS CORPORÁN
SAN CRISTÓBAL.- En los primeros veinte días de enero, la violencia intrapersonal y la delincuencia han dejado un saldo de diez personas muertas a tiros y puñaladas en esta provincia, causando alarma entre sus habitantes y en toda la nación dominicana.
Los hechos violentos se producen en medio del aumento del tráfico de drogas y de las instalaciones de nuevos centros de diversiones en la zona de la periferia y el centro de la ciudad, donde los escándalos y la ocupación de aceras y calles resulta sorprendente.
El hecho más sobresaliente ocurrió en la madrugada del pasado domingo, cuando Yerle Amauris Heredia (Morao), de 22 años, mató a cuatro personas, entre ellas un sargento y un raso de la Policía Nacional, en los sectores Los Molina y Villa Fundación, donde también hirió de bala a otras cuatro personas.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Luis Villar Tejeda (Luisito), de 30 años; José Altagracia Pinales (Chiva), de 34 años; Maicol Manuel Brea Figueroa, de 21 años; el cabo policial Ricki Gabriel Agüero y el sargento de la Polícia Cristian del Orbe Jiménez.
Los heridos de bala fueron Anastasio Antonio Recio, Héctor Elpidio Nere Lorenzo, conocido como "Pata de Mulo" y Francisco Fidel Medina, de 53 años.
"Morao" terminó su lista de crímenes suicidándose ayer de un tiro a la cabeza.
Los cadáveres de las víctimas serán velados este martes por sus familiares, en diferentes sectores del municipio cabecera San Cristóbal, mientras que los heridos se encuentran recluidos en centros clínicos privados y hospitales públicos y de la Policía Nacional.
Cada día ocurren muertes violentas en esta provincia
Suman diez las muertas en los primeros 20 días del nuevo año, el primero en morir de ese modo este año fue el joven, Jenny Fernando Osorio de la Rosa, de 21 años, cuando fue atacado a puñaladas en la residencia de sus padres en el sector del Cerro, luego de sostener una riña en un colmadón del sector.
En el municipio de Haina mataron a Héctor Melenciano por el segundo teniente de la Marina de Guerra, Hiche Starling, donde otras tres personas resultaron heridas de balas, en la celebración de la llegada del nuevo año, en un centro de diversión de playa El Gringo.
También en Haina fue muerto de múltiples heridas de armas blanca, Miguel Hidalgo, de 27 años, por miembros de bandas que alegadamante se diputan el control de las ventas de drogas, donde también protagonizaron un mayúsculo incidente a tiros y pedradas en el Hospital de Barcequillo.
En medio de la venganza de las bancas rivales en Haina fue ultimado de cinco balazos el joven, Jorge Lorenzo de León, de 18 años, y oficiales de Investigación de Homicidios persiguen a los culpables del hecho de sangre.
En medio de la violencia callejera también en San Cristóbal, fue ultimado a tiros el competidor de motocicleta, Chester Mancebo Cuesta, de 18 años, y otro joven, identificado como Heredia Feliz, de 18 años, resultó herido de bala, en la autopista Sánchez al retornar de una competencia de motor en la ciudad de Azua.
En el sector del Moscú se quitó la vida por deudas de miles de pesos, el comerciante José Suazo Almonte, de 53 años, utilizando una pistola calibre 9 milímetro de su propiedad.
De igual manera en Cambita Garabito se suicidó ingiriendo una sustancia venenosa el anciano Rafael vega, de 65 años, por supuestos problemas pasionales relacionados con una menor de edad.
Sicarios y apresamientos
Otro hecho que mantuvo la población en expectativa fue las muertes de dos sub-oficiales militares y dos civiles por tres sicarios, donde Michael Antonio Mejía (El Mono), confeso de las muertes de 15 personas en la Capital Dominicana, y San Cristóbal.
Joel Florentino (Joel Nariz), fue ejecutado por Michael Antonio Mejía (El Mono), en el sector de Puerto Rico.
Horas después se trasladó a la calle Orlando Martínez del sector de Canastica, donde mató al sargento Carlos Germán Rosa de la Marina de Guerra y al prestamista y deportista Rosa Valenzuela.
Todos los cuerpos investigativos del Estados persiguieron al Mono, éste se entregó a través de una comisión de los Derechos Humanos, en un canal de televisión, siendo sometido a la justicia y el juez de la atención permanente de San Cristóbal, dictó tres meses medidas de coerción y enviado a la Cárcel de Azua, en compañía de dos de sus compañeros de crímenes.
Aumenta la violencia de género
En los primeros 20 días del nuevo año, las estadísticas de la Unidad de Atención a la víctimas de Violencias de Genero, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, indican 375 personas han radicados denuncias y querellas en contra de sus parejas, familiares y vecinos por agresiones físicas, y amenazas de muerte.
Uno de los hechos más trascendentales en los primeros 20 días de Enero, fue cuando Joel de la cruz, le pego fuego a la vivienda donde residía su ex esposa con un amante en el sector de Sal Si Puede, del kilómetro 3 de la autopista Sánchez, donde Paulina Marte, de 23 años, y su amante resultaron con quemaduras en distintas parte del cuerpo.
Norma Corporán Reyes, de 34 años, fue herida de bala por dos hermanos identificados como, Emmanuel y Manuel Cabrera, en el sector de San Isidro, de esta ciudad.
Los atracos y robos en sus mayorías a bancas de Loterías y mujeres que se han registrados en las últimas semanas, donde los delincuentes han logrados cargar con miles de pesos.
Patrullajes policiales
Por primera vez en la historia policial de esta provincia, la Policía Nacional cuenta con el mayor número de agentes policiales y equipos logísticos, cuando más de 300 agentes han sido enviados por el jefe de la institución, mayor General, Manuel Castro Castillo.
La policía preventiva cuenta con más de diez vehículos de cuatro gomas y más de 20 motocicletas, para el patrullaje preventivo, sin embargo los vehículos se han deteriorado en tan poco tiempo porque los utilizan para transportar decenas de motocicletas cada día, acción criticada por distintos sectores de la población.
Los operativos de retención de motocicletas se ha convertido en un reciclajes, reteniendo una misma motocicleta hasta tres veces en una semana, y sus propietarios tiene que pagar entre cien y doscientos pesos, y en otras ocasiones el Gobernador Civil y otras autoridades intervienen para que las autoridades policiales se las entreguen.
Los agentes policiales en su mayoría no son supervisados por oficiales superiores y muchos abandonan sus aéreas de servicios para acudir a los denominados puntos de ventas de drogas, en busca de dádivas.