Este repunte en la transmisión del dengue, caracterizado por la concurrencia de múltiples brotes, así como la propagación a zonas previamente libres de dengue, se ha extendido por más de 80 países a nivel mundial, comparable solo con el año 2019, cuando a nivel global, la epidemia se diseminó por 129 naciones.

Solo Canadá es el único país del continente que no tiene reporte de dengue ni circulación del mosquito Aedes aegypti.

Dengue en RD

En el caso particular de la República Dominicana, hasta la semana epidemiológica 47 se han registrado 23,036 pacientes con cuadros febriles bajo la sospecha de dengue y se han confirmado 23 muertes a causa del virus.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) enfatizó que no existe un tratamiento específico para el dengue y que la participación comunitaria es la clave de prevención para el control de los mosquitos.

"Las medidas para frenar los mosquitos incluyen el uso de productos químicos, como insecticidas y repelentes, así como métodos mecánicos para eliminar los lugares de reproducción o proporcionar una barrera, como redes tratadas, mosquiteros en ventanas y ropa protectora", destaca la institución dentro de su más reciente "Evaluación de Riesgos para la salud pública sobre dengue en la Región de las Américas", publicada este 12 de diciembre.

Lucha contra el mosquito

Las autoridades sanitarias locales han sido reincidentes en explicar la importancia de la eliminación de los criaderos de mosquitos, junto a la repartición de abte, mosquiteros y las jornadas de fumigación.

"El 44 % de los tanques que se encuentran en los hogares y otros espacios están abiertos o mal tapados, es a lo que queremos llamar la atención, no tener artefactos u objetos a simple vista que, al caerle agua lluvia o acumular agua limpia, se conviertan en criaderos de mosquitos", destacó el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, durante un reciente encuentro semanal con miembros de la prensa.

Propagación de la epidemia

Varios factores están asociados con el creciente riesgo de propagación de la epidemia de dengue, incluyendo el cambio en la distribución del vector (Aedes aegypti), especialmente en áreas previamente endémicas de dengue, y la circulación del serotipo DENV-3 y el DENV-4 después de varios años de detección predominante del DENV-1 y el DENV-2.

Las consecuencias del cambio climático, que conducen a altas precipitaciones, humedad y aumento de las temperaturas, el frágil sistema de salud en medio de inestabilidades políticas y financieras y altos movimientos de población, son factores que ponen en peligro la respuesta a la epidemia, incluso en los países endémicos, como el caso dominicano.

De acuerdo con la OPS, los brotes simultáneos en todos los países ponen a prueba la capacidad de respuesta a la epidemia. La capacidad general para responder a múltiples brotes simultáneos sigue siendo limitada, debido a la falta de recursos, incluida la escasez de kits de diagnóstico del dengue de buena calidad para la detección temprana, la falta de personal clínico y de control de vectores capacitado y de la concientización de la comunidad.

Fuente

Luisanna Medina Saba, Periodista y Locutora, Gestora de Redes Sociales e Imagen Web. Gracias por visitarnos...!